martes, 21 de febrero de 2012

Altérame

Hace tiempo, hace ayeres,
la humedad que era del cuerpo
se infiltró, huyendo, por las paredes:
cuarteaduras, dejó huellas;
las gotas son durmientes.

Un suicida en tantos gritos,
el cronómetro en los andenes.
¡Hay un alto! Hay más gritos
y el calor se pone denso,
la mirada es somnolienta,
las pestañas se nos mueren.

¿Y las nubes?

¡Que no llueva! ¡Que no llueva!
Con metal fueron los moldes
hoy son plástico ex nihilo.

En las grietas del concreto
aún habitan los gemidos,
¡que se callen, que se callen!

¡Grítame como cocodrilo!

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